Rutina antimanchas

Para empezar a entender todos los pasos que tendrá nuestra rutina antimanchas es importante entender como se forman las manchas y que las va a desencadenar.

Las manchas es una de las preocupaciones de piel más frecuentes. Se producen por una alteración en la fabricación de melanina, el pigmento que determina el color de nuestra piel. Está alteración es multifactorial, significa que su aparición puede tener varias causas:

1. El sol, siendo más frecuente en aquellas pieles más blanquitas (fototipos 1, 3 y 4) y sobre todo a partir de los 40 años. Son aquellas que pueden aparecer en todo el rostro, en escote, en hombros y manos.
2. Un desequilibrio hormonal por embarazo o toma de anticonceptivas sobre todo en aquellas pieles más oscuras (fototipos 4, 5 y 6). Estas manchas son las también conocidas como melasmas o cloasmas y suelen aparecer en pómulos y frente.
3. Lesiones inflamatorias tipo acné o cicatrices sobre todo en aquellas pieles más oscuras (fototipos 3, 4, 5 y 6). Suelen aparecer en la zona T o donde anteriormente hubo acné.

Para que un protocolo antimanchas sea eficaz se va a respaldar en 5 grandes productos: limpiadores faciales, despigmentantes, exfoliantes, antioxidantes y por último, el protector solar. 

LIMPIADORES FACIALES

La limpieza facial es la base de una piel saludable y debe realizarse dos veces al día. Por la mañana ayuda a retirar el sebo y por la noche es cuando debe ser más intensa ya que retiraremos la polución acumulada, restos de maquillaje o fotoprotector e impurezas y la prepararemos para el tratamiento renovador de antes de acostarnos. 

La doble limpieza la vamos a realizar cuando queramos una higiene completa y será por la noche. Consta de dos fases: una oleosa y otra acuosa.

Para la oleosa se utilizará un aceite limpiador y para la acuosa agua micelar, gel o espuma.